Consejos de RCE para reducir el consumo de combustible I
Disminuir el consumo de combustible en una embarcación deportiva es posible e importante si no queremos que nuestra afición acabe con nuestro presupuesto de ocio estival. Si tienes en cuenta las recomendaciones que te damos en RCE, seguro que tu bolsillo notará la diferencia así que presta atención y comencemos por el corazón de tu barco, su motor.
Elige bien el motor y no lo fuerces
Es muy importante seguir los consejos RCE y elegir correctamente los motores de una embarcación, tomando en cuenta la potencia, de acuerdo al tipo de barco y su uso, ya que de ello dependerá el consumo final de combustible.
Un motor demasiado pequeño lleva forzada la embarcación, y quema más aceite. Unas revoluciones elevadas suponen mayor consumo de combustible, mientras que menos revoluciones son sinónimo de ahorro de combustible, de ruido y de contaminación.
Por su parte, un circuito eléctrico en buenas condiciones favorece el ahorro de la energía a bordo, lo que permite reducir el trabajo desarrollado por el motor.
Pero vayamos a aspectos concretos de los consejos RCE:
- Antes de zarpar: no es necesario mantener el motor funcionando durante mucho tiempo: unos minutos de calentamiento son más que suficientes.
- En las maniobras: procurar no dar “acelerones”… cada uno de ellos supone un gasto extra de combustible. Lo mejor es realizar las maniobras despacio y teniendo bien claro lo que se debe hacer a cada paso, de esta forma disminuyen las probabilidades de equivocación, y si no se tiene que repetir la maniobra, el ahorro final es considerable.
- Para las maniobras: haz funcionar el motor sólo cuando resulte realmente necesario.
- Durante la navegación adáptate a las condiciones del mar y del viento. Lo más eficiente es llevar el barco a la velocidad de menor consumo por milla navegada.
- Una vez fondeado, corta los circuitos eléctricos innecesarios, desde el winche de anclas hasta los aparatos de navegación.
- Y, finalmente, nuestra especialidad, en RCE, la limpieza. Mantén siempre limpios los depósitos de combustible y sus circuitos.
Un filtro de aire sucio, unos inyectores mugrosos o desajustados o un aceite que parece engrudo pueden disparar los consumos. Hablando de aceite, mucho ojo con su nivel. Si hay poco se puede quemar el motor, pero si se lleva en exceso, lejos de lubricar mejor, existe un mayor gasto de energía.
Sin embargo, para que un motor funcione correctamente es necesario que esté a la temperatura adecuada. Un circuito de refrigeración en perfecto estado, garantiza lo anterior.
Son muchos datos, ¿verdad?, pues hay otros tantos factores a tener en cuenta para ahorrar: circuitos, hélices, velocidad… Mejor te lo contamos en el siguiente capítulo.